Hoy hace 37 años se inicio este proyecto del cual somos parte. Siempre estos acontecimientos invitan a repensarnos, a ver recorridos, a activar las memorias.
A lo largo de estos 37 años la escuela fue mutando, al compás de la sociedad. No podemos permitirnos anquilosarnos, suponer que esta todo hecho y olvidarnos de revisar con sentido crítico las acciones. Tuvimos valorables aciertos como institución educativa secundaria, con un presente de replanteos oportunos y venturosos .
Hoy sentimos que no podemos bajar los brazos y debemos dar respuestas a los y las estudiantes que nos interpelan de renovadas formas, a las familias que nos confían la educación de sus hijas e hijos. Que aun en medio de la crisis que estamos atravesando de proporciones mayúsculas, crisis sanitaria, económica, social, la escuela de la universidad propugna una educación pública con sentido de equidad, sostenida en la trama de comunidad.
Hoy es nuestro cumpleaños y reconocemos las huellas de identidad, algunas las extrañamos como “estar mucho tiempo en la escuela” que implica participación en los espacios curriculares y también en los sociales de intercambios múltiples. También extrañamos los viajes, los campamentos, las experiencias sociocomunitarias y artísticas en vivo, los talleres presenciales como la ONU o los deportivos donde socializamos con estudiantes de distintos cursos y años, los múltiples eventos que organiza el CENI. Pero son improntas tan fuertes que las hemos mudado de formato para preservarlas y que se puedan sostener. Como hicimos el año pasado con los talleres virtuales, Arte Joven, o las diferentes Olimpíadas.
La escuela es la caja de resonancia de la sociedad. El cambio de paradigma en el que estamos inmersos nos coloca como educadores ante problemáticas que requieren soluciones inéditas, como la pandemia que nos atraviesa, que nos interpelan como adultos y de las cuales debemos dar cuenta y capacitarnos para acompañar a les estudiantes en este camino de crecer. Hay muchas maneras de hacerlo pero de algo no se puede prescindir. Ese material básico de la tarea educativa es el amor, el querer estar ahí con el otro compartiendo, latiendo, con las orejas grandes para escuchar, con los ojos grandes para observar, el cerebro agudo para provocar el reto del conocimiento y los brazos firmes que abrazan y contienen. El distanciamiento físico no es distanciamiento social. Queremos estar cerca aún en la virtualidad.
Desde aquel 9 de abril de 1984 al presente hay una lograda historia y un largo camino por recorrer. Hoy como entonces la tarea es pensar, en conjunto con otros. Es crear, producir condiciones para construir lo común, para ocupar ese espacio de lo público donde tienen lugar los procesos de enseñanza, de aprendizaje, de transmisión de la cultura, de construcción de ciudadanía y de realización de justicia social, aún con barbijo.
Seguimos creyendo que el viejo lema “Libertad con responsabilidad” nos representa. Responsabilidad entre otras para cuidarnos como comunidad. Hoy se nos impone profundizar la real inclusión y la heterogeneidad del aula; ir al encuentro con los estudiantes entablando una relación de experiencia con el otro donde la idea de hospitalidad se convierta en irrenunciable.
Feliz cumpleaños querida escuela les desea el equipo de gestión.